Cuidado de suculentas

En general, la clave para cuidar suculentas es mantener un equilibrio entre el riego, la luz y el ambiente adecuados. Cada variedad de suculenta puede tener requisitos ligeramente diferentes, así que es útil investigar las necesidades específicas de tus plantas para asegurarte de que prosperen.

  1. Elección de maceta y sustrato adecuados:
    • Utiliza macetas con buen drenaje, preferiblemente con agujeros en la base, para evitar que el agua se acumule en el fondo.
    • Emplea un sustrato específico para suculentas o cactus, que sea bien drenante. Puedes comprarlo en tiendas de jardinería o prepararlo mezclando tierra de jardín con arena gruesa en proporciones adecuadas.
  2. Luz: Las suculentas necesitan luz abundante para crecer de manera saludable. Colócalas en un lugar donde reciban luz indirecta brillante o luz solar directa durante al menos 4-6 horas al día. Si están en interiores, colócalas cerca de una ventana soleada.
  3. Riego:
    • Las suculentas son propensas a pudrirse por exceso de riego, por lo que es importante no regar en exceso. Deja que el sustrato se seque completamente entre riegos.
    • Cuando riegues, asegúrate de que el agua drene bien a través de la maceta y no se acumule en el fondo.
    • El riego varía según la temporada y la ubicación. En general, riega menos en invierno y más en primavera y verano.
  4. Temperatura y humedad:
    • La mayoría de las suculentas prefieren temperaturas moderadas y no soportan heladas. Protégelas del frío extremo.
    • Evita la humedad excesiva en el entorno de las suculentas, ya que esto puede favorecer la aparición de enfermedades fúngicas.
  5. Fertilización: Alimenta tus suculentas con un fertilizante equilibrado para suculentas o cactus durante la temporada de crecimiento (primavera y verano). Sigue las instrucciones del producto y no fertilices en exceso, ya que esto puede dañar las raíces.
  6. Poda y mantenimiento: Recorta las hojas o tallos dañados o muertos para fomentar el crecimiento saludable. Algunas suculentas pueden volverse leggy (con tallos largos y delgados) si no reciben suficiente luz, en cuyo caso puedes podarlas para promover un crecimiento más compacto.
  7. Propagación: Puedes propagar suculentas a partir de esquejes, hojas o semillas. Asegúrate de seguir las técnicas adecuadas para cada método de propagación.
  8. Monitoreo constante: Observa tus suculentas regularmente para identificar signos de enfermedades, plagas o problemas de crecimiento. Cuanto antes detectes y trates los problemas, mejor será para la salud de la planta.
SUCULENTAS VIVERO KAMK SHALOM

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